
90 años después, continúa suscitando por igual expectativa, dolores de cabeza y una fugaz pero intensa relación de amor-odio.
Creada para erradicar el alcoholismo y el fanatismo religioso, según el fundador de su primera versión, la Feria Tabasco se convierte, durante 2 semanas en promedio, en el escaparate de jóvenes, de políticos y del comportamiento social tabasqueño.