¿Será por el desaguisado con Marín? No, ella lo tiene todo bajo control… ¿Será por la cuenta en Infierno? No, me cayó el salario intacto… ¿Lo de Acción Conservadora? Imposible, viene la veda de difusión… ¿Querrá estrategias para la Extraordinaria? Ya las entregamos, revisadas… ¿Será por Claudia?…
«¿En qué tanto piensas? ¿Por qué tan callado». «Hace frío», y mucho: No finjo que los dientes me castañean y que caliento mis dedos con el vaho. Son las 4:03 de la mañana cuando Doña Fidelia nos ofrece una mesa y dos sillas, ambos lado a lado. «Nos trae 2 cafés. El mío ya sabe, tía». «El mío, súper caliente, súper cargado, sin leche ni azúcar, por fa». Sigo sin entender como Tiaré puede beberlo así.