Anatomía de una dinastía

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Para nadie es un secreto el origen de Andres Manuel @lopezobrador_: Formado durante la gubernatura de Enrique González Pedrero (1983-1987), cuando su partido, el PRI, le negó la candidatura para suceder a su jefe, se sumó al movimiento de Cuauhtémoc Cárdenas, el Frente Democrático Nacional (FDN).

¿Quién fue postulado en vez de él y, tras el fraude electoral, ganador? Salvador Neme Castillo, impuesto desde Atlacomulco por Carlos Hank.

En el camino

En 1989, el FDN se estatuyó en PRD y Roberto Madrazo inició su estrategia -ya practicada por su padre- para arribar a la Gubernatura: Por un lado, generó conflictos desde sectores diversos (Productivos, sociales, etc.); y por otro, facilitó la apertura informativa a la oposición perredista, que por sus intereses, ahondarían dichos conflictos.

En los controles de ambas tácticas quedó el primo de Madrazo, Manuel Gurría (Que había sido alcalde de Centro 15 años atrás) y su equipo, al que ya pertenecía @EvaristoHdzCruz.

El proceso electoral de 1991 -que de nuevo desprendió su tufo a fraude-y acusaciones de represión y arresto de presos políticos terminaron por horadar la legitimidad de Neme Castillo como gobernador (Por otra parte, sin respaldo de los grupos locales).

Salinas y el PRI, urgidos de tan precaria estabilidad, negociaron y lograron una paz armada: Se reconocieron 3 alcaldías para el PRD -Cárdenas, Nacajuca y Macuspana- y se entregó la cabeza de Neme. El febrero de hace 24 años tomó protesta Gurría Ordóñez como interino. Se encargaría, pues, de la sucesión de 1994. Pero el PRD había crecido por aquellos triunfos parcialmente artificiales.

Ese año, AMLO, Madrazo y Juan José Rodríguez Prats protagonizaron la «madre de todas las batallas» electorales en la historia reciente de Tabasco. Nunca la alternancia fue tan disputada. A tal grado, que cuando el panista le ofreció una gran alianza contra el priista, el entonces perredista-fundador dijo «no».

Nuevo fraude, nuevos conflictos. Zedillo no pudo maniobrar del todo y, a pesar de las evidencias, Madrazo Pintado quedó como gobernador. Sus contrincantes emigrarían a la Ciudad de México para proyectar sus carreras a nivel nacional. Hoy, Prats es el Jefe Máximo del PAN tabasqueño (Lo que sea que eso signifique) y AMLO tiene su partido.

El otro sendero

A lo largo de esos años (1989-1995), el PRD y AMLO contaron con un poderoso mecenas: El notario Payambé López Falconi (Procurador en el sexenio de Carlos Madrazo Becerra), convencido que el rápido ascenso del perredismo en el estado culminaría a la misma velocidad en la Gubernatura.

López Falconi, claro está, tenía muy buenos amigos, algunos perredistas (Como Alberto Pérez Mendoza), algunos priistas, uno nunca sabe. Entre éstos últimos, Enrique Priego Oropeza -también notario- y, sí: Manuel Gurría Ordóñez.

Y como uno nunca sabe, impulsó a cada uno de sus hijos por vías diversas: Rosalinda participó en el PRD desde sus inicios, llegando a ser precandidata a la alcaldía de Centro -donde se ubica la capital, Villahermosa-, coordinadora regional de la campaña presidencial de AMLO y senadora. Terminó como candidata del Partido Verde a esa Presidencia Municipal; hoy, desplazada.

Silvia se casó con Humberto Mayans, el todopoderoso secretario de Gobierno de Andrés Granier, el todopodedoro zar antimigrantes de Peña Nieto, el todopoderoso senador por el Partido Verde, que está impulsando a… Federico Madrazo.

Adán Augusto, en el PRI, inició como subsecretario de Gobierno -su jefe era Priego Oropeza-, escaló a dirigente estatal priista, donde conoció y trabajó de cerca con Evaristo Hernández; y a coordinador de campaña de Manuel Andrade, ganador anulado por fraude. Cuando el PRI le negó la postulación para Alcalde de Centro -¡Vaya obsesión!-, se fue al PRD. Hoy, como el PRD se la negó (Una de las razones fue su implicación en la compra irregular de una propiedad por parte del Instituto Electoral local, sellada por la notaría de su padre), se fue a MORENA.

En MORENA, se reencontró con un viejo amigo: AMLO, quién ya había sido Jefe de Gobierno del extinto D.F., con Pérez Mendoza y Octavio Romero como funcionarios y consejeros cercanísimos; y ya también 2 veces candidato presidencial. Pero Romero Oropeza (¿Dónde he oído el apellido Oropeza?) ya es candidato a la Alcaldía de Centro.

Cruce de caminos

Tras un período como diputado local, Evaristo Hernández se enfiló a su verdadero propósito: Gobernador. Pero antes, la escala obligada en la Alcaldía de Centro.

Para ello, construyó su fuerza desde la dirección de Gobierno, el área creada expresamente para él por el secretario de Gobierno Jaime Lastra durante el sexenio de Manuel Andrade. Este gobernador, de hecho, maniobró para que Hernández Cruz quedara como candidato en 2006, y aun ganara, contra todos, incluido el futuro gobernador Andrés Granier.

Dicha pugna se mantuvo a lo largo de sus respectivos gobiernos y particularmente, luego de las atroces inundaciones de 2007. Fue un duelo de grupos que propiciaría la debacle del PRI 6 años más tarde.

Ejemplo: El secretario del Ayuntamiento de Evaristo, Humberto de los Santos Bertruy -ex subsecretario de Gobierno con Lastra Bastar-, intentó postularse para edil, lanzado por su jefe. En una época en que no estaba del todo configurado el delito, Bertruy fue retirado de la contienda bajo acusaciones de actos anticipados de campaña y una inhabilitación por 2 años del Instituto Electoral de Tabasco.

Pero estos cuates nunca cejaron en su empeño: Primero, fingieron pelearse a muerte. Cuando legalmente se pudo, Bertruy anunció su salida del PRI y su aspiración renovada; Evaristo se mantuvo, con posibilidades reales de ser el candidato a gobernador, criticando a su amigo por su salida.

Hacia mediados de 2012, cuando Evaristo se sabía definitivamente excluido del proceso interno (Habían atentado contra su vida el diciembre anterior), se acercó a AMLO. Otro cualquiera en su caso, parafraseando al clásico, lo hubiera denunciado por su supuesta rapacidad como edil. No sólo no lo hizo con este priista: Tampoco con otros refugiados tricolores, como Manuel Rodríguez González.

Ya nada podía hacer López Obrador: MORENA no existía y su alianza simbólica con el PRD postuló a Arturo Núñez. Sin embargo, por ampliar los recursos, Evaristo pudo todavía convertir a su amigo Bertruy en candidato de esa alianza a la Presidencia Municipal de Centro. A cambio, el otro viejo amigo y eterno aspirante, Adán Augusto López Hernández, obtuvo una senaduría y la dirigencia estatal de facto de MORENA en Tabasco.

Eso del distanciamiento se simula bien: En los hechos, que son los que siempre importan, AMLO, Núñez y Bertruy llevaron una relación muy cordial; muchos regidores y funcionarios de AMLO y Evaristo colaboraron en ambos gabinetes; militantes del ya oficial MORENA iniciaron sus carreras políticas desde esas posiciones o las continuaron en partidos «de izquierda»; sectores del PRI apuntalados hacia la posibilidad de Evaristo se abstuvieron de criticar -demasiado- como Oposición, etc.

Denostar es sencillo; guardar las apariencias, no tanto. Los feligreses de ambos líderes -que se han tratado de cerca, por lo menos, desde 2002-llevan meses frotándose las manitas para que esta relación, simplemente, se hiciera pública. Dos hombres populares, que conservan una buena impresión de sus gestiones, despreciados por sus partidos, con sólidas estructuras políticas propias… ¿Quién los frena?

Por eso sólo los matraqueros y los engañados pueden cuestionar este bautizo.

*Escritor y periodista mexicano (Villahermosa, 1982). Ganador del Primer Concurso de Ficción Playboy 2008, nominado al Premio Nacional de Periodismo Cultural Fernando Benítez 2010. Reconocido por la UJAT en 2002 (Premio Universitario de Ensayo sobre Benito Juárez) y en 2009 (Premio de Cuento de la Feria Universitaria del Libro). Ha publicado artículos sobre temas variados y relatos de ficción en diversos diarios y revistas locales y nacionales. En su blog y su cuenta en Twitter (#AhoraResulta por @Acrofobos) se puede hallar el despliegue de su obra literaria y periodística.

 

2 comentarios en “Anatomía de una dinastía

  1. Apelas a la genealogía política estatal para forrar un evento que a caracterizado a los partidos de izquierda desde hace mucho. Sea como fuere; lo que si se denota es el hambre y el oportunismo.

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