Tiaré sólo conoció las escuelas privadas, hija típica de la clase política local, adinerada e influyente. Pero siempre le gustó la política por ella misma y, quizá por que lo vio en familia, quizá por sus escapadas estudiantiles, aprendió a convivir con «las masas».
Pienso que por ello, aún con sus frases fresas, va convenciendo a Gutemberg Correa, presidente municipal de Infierno, y a su equipo de 6 lambiscolaboradores: