La primera trampa se la colocaron ellos mismos a lo largo de toda la entrevista: Asumirse apartidistas pero no apolíticos; declarar que dentro del movimiento hay priistas, panistas y perredistas -sin especificar grados de pertenencia- y tanto anti como pro Peña Nieto; que “la bandera” suya -tras la pregunta urgente del periodista- era la democratización de los medios y el sesgo informativo hacia un candidato; y, lo peor, negar la convocatoria a la marcha del sábado 19 de mayo de 2012.
Carlos Loret de Mola, durante la entrevista que realizó la mañana del martes 22 de mayo de 2012 en su espacio noticioso a 3 jóvenes estudiantes, María José López, Rodrigo Serrano y Sandra Patardo, de la Universidad Iberoamericana (Ibero) consiguió las respuestas que Televisa deseaba -no dudo que un joven sea crítico, pero sí despistado-: NO están contra PEÑA; las protestas en la Ibero surgieron “espontáneamente” (Sandra osó, a nombre de la individualidad de la mayoría, “aclarar” que la manifestación fue en plan de “hay más gente haciendo lo mismo”), reduciendo la crítica a ocurrencias juveniles tipo Cachún Cachún Ra Ra; y, lo mejor, desmarcar abiertamente a Televisa del movimiento.
Todo lo cual echó a perder –en parte- el intento de análisis y cuestionamientos que los chicos emprendieron en la mesa de Primero noticias, por otra parte bastante reveladores.
Rodrigo se veía mucho más mesurado y liberal: Es quien aclara la pertenencia política de los #YoSoy132, pero fustiga a los políticos a no hacer propaganda con ellos y a los integrantes a “dejar sus preferencias en casa”. Explica que todos, incluso los ProPeña tienen derecho a expresarse, pero que ello no tiene nada que ver con el peligroso sesgo informativo de muchos medios, que los llaman “fascistas” y que son incapaces de escuchar a los estudiantes (10’:12’’, tiempo del video cuya liga agrego al final).
María José parecía interesada en analizar los contenidos y mucho más cargada a la izquierda –“estábamos en contra de Peña Nieto”, 3’:3’’ del video, desmiente la ocurrencia de Patardo- y le preocupa la edición de los materiales presentados en Televisa. Particularmente con los ejemplos en 7’:37’’ y 14’:33’’, su análisis de la nota que “he estudiado bastante” del viernes 11 de mayo, día del incidente, en el noticiero de Joaquín López-Dóriga, concluye que “el ejemplo de Peña Nieto es el más flagrante de ese sesgo” (4’:13’’); y, por último, su concepto de democratización (10’:50’’) es que “los medios (…) realmente se presten a la información que necesita el pueblo, que va a estar exigiendo los contenidos”. Una propuesta del tipo AMLO.
Sandra aduce motivos más bien personales, íntimos, para su protesta organizada y pacífica: La reacción ante la cobertura de los medios el sábado 12 (Increíble: “Ahí fue cuando muchos dijimos: ‘Es que los medios sí están sesgados’ ¿No”, 5’34’’ del video, es decir, no antes); el hecho algo ingenuo que los periódicos tengan “diferentes periodistas” -en el sentido de periodistas con diferentes puntos de vista (7’:06’’)-; que no contaminarán el movimiento con banderas políticas, promoviendo a su vez el voto libre y secreto, pero “informado y consciente” (22’:24’’).
Por la borda tiraron, aunque sí resultaron significativas, las críticas que deslizaron al proceder periodístico de Televisa, desde la cobertura de ese viernes 11 hasta la actitud campechana tan histriónica y tan ensayada que posee el presentador yucateco.
María José es lapidaria: Su hermenéutica –materia obligatoria de todo estudiante de Comunicación, como lo fui yo- de la difusión al estilo Televisa en 2 momentos más: 14’:52’’, donde afirma que la edición calló los audios en que los alumnos le gritan “cobarde” a Peña Nieto. Y 19’:12’’, cuando, acerca de la edición de la cobertura de fin de semana en el noticiero de López Dóriga el lunes 19, ligaron ambas marchas de forma seguida, como queriendo asociar #YoSoy 132 con lo anti Peña del sábado y esto con lo ProAmlo del domingo.
Sandra desmiente la larga y superficial palinodia de Loret sobre la “dinámica informativa”: Desde el 8’:22’, provoca la risa con varias perlas, como lo “difícil que había sido ubicarlos” –quería que la protesta tuviera “oficina y página web”-, y una duda que suena a intento de descrédito a los panelistas, porque “no se asumen como líderes y me lo dejaron muy en claro”, como si los retoños universitarios necesitaran de uno –lo explica muy bien María José en 9’:37’’-. Patardo reseña (11’:20’’) que sí hubo medios que se acercaron, “vía Twitter”, para escuchar a los chavos; y que sí hubo manera de acercarse a través de otros miembros, no precisamente ellos, para darles voz. Es decir, si Televisa no los entrevistó 11 después del desaguisado de Peña Nieto, fue porque no quiso.
Rodrigo responde a los lances sutiles para desprestigiarlos: Que no son sólo 131, como él afirma, sino el estudiantado de 15 universidades públicas y privadas (12’:17’’) y que, independientemente del candidato a favor de quien se inclinen los medios –cosa que a Loret de Mola le parecía urgente deslindar-, “lo peligroso es que exista un sesgo”. Y conceptualiza, aunque interrumpido varias veces, lo que #YoSoy132 considera es la democratización de los medios, impresos y electrónicos.
Sin embargo, la asistencia a Televisa, con quizá el ingrediente extra de sentirse abiertos y tolerados por la empresa “soldado del PRI”, los intimidó. No pudieron, pese a sus análisis sustentados, que Televisa es imparcial, que existen pruebas documentales del pago Peña Nieto-Televisa para construir la candidatura presidencial del priista, que el propio Loret de Mola ha lucido sus ropajes de periodista al servicio de Televisa, es decir y por el momento, de Peña Nieto. No llegaron, con todo lo que aportaron en la entrevista, al extremo de reconocer que eventualmente #YoSoy132 decantará sus preferencias, fijará una postura, alentará la participación, sino a favor de un partido, quedó claro que sí en contra de uno muy clarito: El PRI.
Hasta aquí, lo que muchos quieren leer, incluso con sus acentos críticos, las que sin duda usarán los editorialistas de Televisa a partir del miércoles 23 de mayo para excusarse. En la siguiente entrega, la 2ª trampa, la más brutal de la entrevista y la que muchos ignoran.